¿Tenemos derecho a la desconexión digital?

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La respuesta rápida, como trabajadores, es sí. Y no de una manera genérica o vaga, sino que es una reivindicación recogida en el artículo 88 de la Ley Orgánica de Protección de Datos, aprobada en diciembre de 2018, que recoge lo siguiente: “Los trabajadores y los empleados públicos tendrán derecho a la desconexión digital a fin de garantizar, fuera del tiempo de trabajo legal o convencionalmente establecido, el respeto de su tiempo de descanso, permisos y vacaciones, así como de su intimidad personal y familiar”. 

Como tanto derechos y conquistas de libertades en el ámbito laboral, este se logró definitivamente tras la negativa de un controlador aéreo a realizar un curso de formación sin remunerar fuera de su horario de trabajo. Alegaba que en su tiempo de descanso personal tenía, precisamente, derecho a una desconexión digital y así, con el tiempo, se le fue concedido, a él y a todos los que, de manera voluntaria o no, acabó representando. 

Porque, en tiempos en que se han desdibujado las fronteras entre el lugar de trabajo y el domicilio, en que se pueden contestar correos de trabajo un domingo por la mañana desde el mismo móvil en el que se visiona un capítulo de Peppa Pig con los hijos, es más necesario que nunca fijar los límites entre qué es trabajo y qué no. Y, garantizar, en la medida de lo posible, esa política de desconexión digital, que no es otra que la del derecho al descanso. 

¿Quién tiene derecho a la desconexión digital?

Este derecho aplica a los trabajadores y trabajadoras, claro, pero también a los altos directivos y cargos de alta responsabilidad, ya sea en la empresa privada como en la empresa pública. Todo aquel que esté en nómina, sujeto a un contrato de trabajo con unas horas estipuladas, se beneficia por tanto de esa regulación de su tiempo de trabajo que comprende también todas aquellas tareas que se realizan de manera telemática, dentro del ámbito del teletrabajo que, como decimos, no deja de ser trabajo. 

Por ello, con el auge del teletrabajo, es especialmente importante delimitar bien las horas que cada trabajador dedica, para evitar el síndrome del burnout laboral que conlleva la excesiva exposición laboral, así como posibles deserciones en forma de baja voluntaria. 

En ambos sentidos, tanto del lado del trabajador como del empleador, conviene respetar ese derecho al descanso digital no solo por la calidad de vida del trabajador, sino para garantizar que los proyectos lleguen a buen puerto.Porque aunque pueda parecer que alargando las jornadas de trabajo sine die, y que teniendo un flujo de actividad sin fin se resuelven antes los proyectos, a largo plazo este ‘atajo’ se vuelve en contra.

Desconexión digital

¿Cómo gestionan los autónomos la desconexión digital de su trabajo?

El ámbito del autónomo, como es conocido, se rige por sus propias normas. Sin contratos que fijen la cantidad de horas estipuladas por semana, es el trabajador autónomo el que se organizar por su propia cuenta para despachar tal o cual encargo, en las horas que considere. Lo normal es que se cobre por proyecto y no tanto por horas trabajadas, así que en este caso no hay más derecho a la desconexión digital que el que el propio trabajador se administre. 

Y no es cuestión menor, ya que la correcta dosificación del tiempo, de las horas de trabajo, de los picos de productividad, de la gestión del tiempo y del descanso, es clave para la correcta resolución de los distintos retos del día a día. Porque cada trabajador autónomo es quien decide su propio tipo de horario laboral combinando su estilo de vida personal con las exigencias que cada encargo requiere. 

Es difícil establecer un decálogo de hábitos que funcione para cada trabajador autónomo que trabaje desde casa, porque habrá quien preferirá trabajar de manera intensiva durante la mañana, con grandes madrugones, y otros que optarán por hacerlo de manera progresiva, concentrado su carga de productividad más hacia el final del día. 

Habrá quien prefiera trabajar en centros de co-working, en oficinas abiertas y compartidas como las que puedes encontrar, entre otras modalidades, en Kudos, y otros en la tranquilidad de su casa, con todas las comodidades que precisen (calefacción, café a mano, ropa especial para teletrabajar, su silla ergonómica favorita, etc.), 

Pero saber establecer una desconexión digital sana, ser tan responsable para hacerlo, sin duda redundará en una mayor satisfacción personal siempre que se cumplan con las tareas asignadas. Para ello, claro, habrá que luchar contra uno de los enemigos más combativos del trabajador en solitario: la procrastinación. De la que hablaremos en su debido momento. 

Mientras, ¿no te apetece darte una vuelta por nuestras instalaciones? Te esperamos. 


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