
Lo más importante de un problema pasa por localizarlo. Al igual que con las enfermedades, el primer paso para combatirlas es un buen diagnóstico. A menudo, en ambientes laborales, pasamos por alto ciertas molestias, dificultades, problemas, y asumimos que forman parte del día a día del trabajo. Debemos saber identificar el estrés laboral y aprender a combatirlo.
Creemos, de este modo, que así somos mejores profesionales, más eficientes, y que nuestro puesto quedará garantizado. pero nada más lejos de la realidad. Arrastrar sobrecargas laborales, fatiga y malestar en general no solo redunda en nuestro rendimiento, sino que genera problemas de salud y afecta a todo el conjunto de la compañía.
Por ello, no conviene minimizar los síntomas del estrés laboral ni confundirlos con molestias de menor gravedad. Aprender a identificar el malestar con soluciones de estrés laboral es por tanto el primer paso.
¿Cómo identificar el estrés laboral?
Hay muchos tipos de estrés, pero el exceso de tareas asignadas en plazos demasiado cortos puede conducir a la pesadilla contemporánea del trabajador moderno: el síndrome del trabajador quemado o burnout. El primer paso para concluir que padecemos estrés laboral es analizar ese conjunto de responsabilidades que tenemos asignadas y la capacidad y recursos con que contamos para llevarlas a cabo.
Un escenario de sobrecarga de trabajo es el primer aliado del estrés laboral. Claro que también una falta de labores que desempeñar aunque pueda parecer paradójico, también puede desencadenar estrés. La falta de motivación y actividad activan de igual modo la ansiedad, la frustración y una apatía en el lugar de trabajo que también puede considerarse estrés.
Por otro lado, encontrarse con un ambiente laboral hostil con actitudes de pasivo-agresividad, constantes situaciones de micromaltrato o mobbing de mayor o menor intensidad y enfrentamientos personales con empleados o superiores también disparan los niveles de estrés laboral.
Más aún, si todo esto se desarrolla con unas condiciones laborales precarias o en ausencia de contratos que garanticen la estabilidad laboral al trabajador. además coma la situación familiar del trabajador o trabajadora podrá ser un motivo incremento de dicho estrés. La incapacidad de conciliar la vida laboral y la vida personal o familiar en condiciones adecuadas se considera también un generador de estrés laboral te conviene atajar.
Si algunos de estos síntomas se suceden en el tiempo, lo más recomendable es contar con los servicios de un psicólogo que desde su posición exterior certifique la situación de efectivo estrés laboral.
Síntomas físicos como consecuencia del estrés laboral
Porque estos problemas de adaptación al trabajo cursan con manifestaciones físicas de diversa índole. Así, se pueden desarrollar dolores de cabeza, problemas en las articulaciones, tensión muscular, dolor de espalda, lumbalgia, propensión a la obesidad y al alcohol así como problemas para conciliar el sueño y mantener la calidad del mismo.
Unos problemas fisiológicos que también se pueden manifestar a nivel emocional con la aparición de depresiones, falta de motivación, sentimientos negativos, y tendencias autodestructivas. Por no hablar del aumento de tendencias adictivas en personas previamente clips para desarrollar estas actitudes.
¿Cómo frenar el estrés en el trabajo?
Frente al estrés laboral, soluciones. Contar con ayuda psicológica durante una fase de estrés laboral agudo puede ser de gran ayuda para reducir sus consecuencias. Obviamente, tomar decisiones como cambiar de trabajo, de puesto de trabajo o de compañeros puede ayudar a terminar con esa situación. Manejar el estrés es parte de la vida profesional, pero no debe pasarnos factura.

Pero si no se quieren tomar soluciones tan drásticas, lo mejor es acudir al sentido común, comunicar la situación a empleados, personas cercanas del entorno y enfrentarse personalmente al problema.
Desarrollar la capacidad para administrar las tareas de manera gradual, parcial y progresiva resulta de gran ayuda para no sentirse desbordados por la responsabilidad. Saber delegar, y pedir ayuda también es fundamental para aliviar esa pesadez en el ánimo que pro administrar la carga de trabajo reduce el estrés laboral.
Ejercitar la asertividad para poner límites y no aceptar más funciones de las que nos corresponden es también un camino a seguir para reducir este problema.
Una fórmula efectiva de combatir el estrés y mejorar tu calidad de vida es practicar actividad física con regularidad, o poner en práctica técnicas de relajación en los mayores picos de agobio. Si te obsesiona la productividad pero no quieres descuidar tu salud, prueba estas pausas activas en el trabajo.
Por último, añadir que trabajar en unas instalaciones agradables y dotadas con las facilidades y comodidades que todo el trabajador y trabajadora necesita para su día a día ayuda a superar también los obstáculos del día a día. Como las oficinas de Kudos. ¿Aún no has venido a vernos? Te esperamos. Sin estrés.