
Que los trabajadores de una empresa, ya sea una start-up, una pyme, una gran compañía o incluso (y sobre todo) un departamento cualquiera de un organismo público, estén motivados es fundamental para la buena marcha de los proyectos y la satisfacción laboral general en la compañía. Pasa lo mismo en la vida, lejos de las oficinas: la ilusión, las ganas de hacer cosas, se traducen en más fuerza para superar los obstáculos y mayor entereza para encajar los problemas.
Pero claro, no basta, como pretenden algunos gurús de la felicidad de todo a cien, de la satisfacción del atajo, con decir “¡sonríe!”. La ilusión y las ganas hay que trabajarlas, por eso es importante conocer las distintas técnicas de motivación laboral. Sin hacer de menos a la creatividad de cada líder de equipo para poner en marcha distintos programas que levanten la moral del equipo, hay manuales que nos orientarán para poner en prácticas las distintas teorías acerca de la motivación laboral.
Existen muchas teorías de la motivación laboral, que atienden a aspectos tan diversos como la motivación positiva o la jerarquía de las necesidades, la motivación intrínseca o las necesidades fisiológicas del individuo. Es un campo muy amplio con un impacto directo en el clima laboral, la productividad y el desarrollo profesional.
Libros sobre motivación laboral
Aunque muchas de las técnicas para subir la moral de los empleados tienen que ver con el sentido común (no trabajar más horas de las acordadas, mantener un espacio de trabajo agradable, ser cordial con el equipo), hay otras cuestiones más sutiles que nunca está de más conocer.
Para ello, libros como Cómo motivar a tus empleados (Nóstica Editorial) son de gran ayuda para aquellos líderes de equipos que tengan personal al cargo, es decir, desde el punto de vista de los recursos humanos y enfocado en el potencial que pueden desarrollar.

También es muy recomendado La sorprendente verdad sobre qué nos motiva. Publicado hace unos añitos (2010) por Daniel H. Pink, es uno de los habituales en distintas listas y foros de emprendedores. Pone el foco en aquellos elementos que más nos motivan como trabajadores, para conocer de ese modo qué es aquello que también puede entusiasmar a los demás trabajadores.
Como, por ejemplo, mantener un alto margen de libertad y autonomía en el trabajador; es decir, dejarle su espacio de responsabilidad, su parcela de toma de decisiones, y no incurrir en la inercia nada recomendable, aunque se haga con buenos modos, del “ordeno y mando”.
Preguntas a los trabajadores por sus preferencias
Es bueno documentarse y conocer casos concretos de empresas que han desarrollado programas de motivación. Pero, como decíamos, el sentido común no debe faltar a la hora de estimular a tus trabajadores. Para ello, una herramienta muy eficaz, tanto en la vida como en el trabajo, es conocer al máximo el perfil de la persona con la que compartes objetivos.
En este caso, desde el punto de vista laboral, no tanto por afinidades personales, sino por conocer su proyección, sus fortalezas y sus preferencias a la hora de abordar las tareas y encarar los proyectos. No es bueno asumir la fuerza de trabajo como un ‘todo’ uniforme y estanco. Cada trabajador brilla más en un campo que en otro, en un horario que en otro, con un tipo de flexilidad u otra.
Porque hay trabajadores hormiguita y trabajadores cigarra (igual de necesarios), trabajadores que aguantan la presión mejor que otro y, incluso, se crecen ante los elementos adversos. Otros trabajadores, otras empleadas, prefieren en cambio la seguridad y la estabilidad, con una planificación al dedillo y pocos imprevistos.
Conocer los distintos perfiles, gracias a entrevistas y conversaciones con los miembros de tu equipo, ayudará a evitar el síndrome ‘pulpo en un garaje’ y cada cual se sienta en el lugar que le corresponde y con las funciones que más le estimulen.
Como la cuestión de los horarios. En una época en que se tiende a la diversidad de horarios, conocer las preferencias de cada cual será muy útil para mantener la motivación a buenos niveles y notar cómo la productividad asciende.
Porque hay quienes prefieren trabajar al máximo de par de mañana, los que rinden igual de bien en cualquier tramo del día y aquellos que lo dan todo al final del día o incluso por la noche. Son los trabajadores ‘búho’, que seguramente estarán encantados de cambiar los madrugones por el turno de tarde cuando no de noche, si es que se requiere.
Conocer las características de cada trabajador y, sobre todo, escuchar sus preferencias en la metodología de trabajo, es un paso fundamental para mantener la motivación y el compromiso con la empresa en todo lo alto.
Como trabajar en un entorno estimulante y lleno de posibilidades, como Kudos. ¿Aún no te has dado un garbeo por nuestras instalaciones?